Primero de todo, es fundamental saber que la leche materna es el mejor alimento para la salud y la nutrición del bebé un alimento completo e irremplazable. Sin embargo, en algunas ocasiones, cuando no es posible amamantar de manera exclusiva, la leche de fórmula es una fuente de alimentación óptima, una leche que se adapta a las necesidades del recién nacido.
Pero elegir una leche para bebés no siempre es tarea fácil: depende de muchos factores, como es el caso de la edad del niño o de si el pequeño tiene algún tipo de necesidad especial. Por este motivo, si tienes dudas la mejor opción es consultar con tu pediatra para que te aconseje qué tipo de leche de fórmula es la más indicada para tu bebé en función de la edad y de sus necesidades nutricionales.
Leche en polvo según la edad del bebé:
- Leches de inicio o tipo 1, especialmente formuladas para bebés desde su nacimiento hasta los 6 meses. Se trata de una leche que se elabora normalmente a partir de leche de vaca y se modifica para que se adapte a las necesidades nutricionales de los bebés, con menos proteínas y más vitamina C y D. Además, este tipo de leche suele estar enriquecida con hierro, carnitina y taurina, nucleótidos, prebióticos, y omega 3 y 6
- Leches de continuación o tipo 2, recomendadas a partir de los 6 meses hasta el año. Aporta el 50% de los requerimientos diarios de energía del bebé y el resto procede de la alimentación complementaria. Es una leche que también se enriquece con hierro y con vitamina C, además de otras vitaminas y minerales que son de gran ayuda en esta etapa tan importante de su desarrollo.
- Leche de crecimiento o tipo 3. Cuando el bebé cumple los 12 meses y hasta los 3 años, la leche de crecimiento supone un aporte equilibrado de proteínas, y al estar enriquecidas con minerales, vitaminas y ácidos grasos aseguran un correcto desarrollo del pequeño. Los prebióticos y probióticos presentes también son beneficiosos para el desarrollo de la microbiota intestinal.
Leches de fórmula especiales:
Las leches especiales están diseñadas para los niños que sufren algún tipo de intolerancia o patología, con el objetivo de ofrecer un alimento completo de acuerdo a sus necesidades nutritivas. A continuación ofrecemos una explicación de los tipos de leches especiales para bebés:
- Leche de fórmula sin lactosa, para niños con intolerancia a la lactosa, que viene reemplazada por otro tipo de hidratos de carbono, como la maltodextrina.
- Leche de fórmula a base de soya, se suele utilizar para los bebés con alergia a la proteína de la leche de vaca o intolerancia a la lactosa, incluso en dietas vegetarianas.
- Leche de fórmula de arroz, destinada también a bebés con intolerancia a la lactosa y/o alergia a la proteína de leche de vaca. También suele ser utilizada en dietas vegetarianas. Este tipo de fórmula se digiere fácilmente y está elaborada a partir de proteínas de arroz, siendo de baja alergenicidad. Por otro lado, este tipo de leche en polvo está libre de los fitoestrógenos de la soya.
- Leche de fórmula antiestreñimiento, que contienen prebióticos y beta-palmitato, un tipo de grasa presente en la leche materna que ayuda a la formación de heces más suaves y de fácil eliminación.
- Leche de fórmula confort, está destinada al tratamiento de molestias digestivas leves. Está elaborada para apoyar la maduración digestiva y reducir la formación de gases en los niños con cólico. Además, ciertas fórmulas confort también contienen espesantes para reducir las regurgitaciones y el reflujo de los bebés.
- Leche de fórmula para prematuros o bebés con bajo peso al nacer, adecuada al desarrollo del bebé, especialmente elaborada para cubrir las necesidades del último trimestre de gestación y que ayuda a su maduración digestiva. Suele contener más calorías y proteínas.
- Leche de fórmula extensamente hidrolizada, pensada para bebés con alergias, dificultad de absorción de los nutrientes o cólicos, gracias a una fragmentación de las proteínas en moléculas más pequeñas y por lo tanto, más fáciles de digerir.
Estas leches de fórmula especiales responden a unas necesidades muy particulares de cada bebé, por lo que debe ser el pediatra el profesional que las recomiende.