La preparación del biberón es una tarea que realizarás repetidamente y, muy pronto, con fluidez. Sin embargo, para las primeras ocasiones, es útil recibir algunas recomendaciones. Estamos aquí para proporcionártelas:
- Revisa el estado del envase: No utilices el producto si el envase está dañado o con fugas.
- Prepara cada biberón inmediatamente antes de su uso. Una vez preparado, se recomienda consumirlo antes de 1 hora.
- Utiliza la fórmula infantil dentro de un mes después de abrir el envase.
- No utilices el microondas: el calentamiento no es uniforme y puede dar lugar a “bolsas calientes” capaces de quemar la boca del bebé.
Todos los pasos para preparar el biberón:
- Lávate las manos y limpia la superficie en donde vas a preparar el biberón.
- Una vez limpios el biberón, la tetina y la rosca, déjalos hervir con agua durante un mínimo de 3 min.
- En otro recipiente hierve agua potable y déjala enfriar según instrucciones de la etiqueta. Vierte la cantidad adecuada de agua en el biberón esterilizado.
- Usa la cantidad de fórmula recomendada. Utiliza el cacito dosificador que encontraras en el envase para añadir al biberón las medidas rasas de leche en polvo indicadas en la tabla de dosificación de la etiqueta.
- Cierra el biberón y agítalo hasta la total disolución de su contenido.
- Comprueba la temperatura del biberón antes de dárselo al bebé.
Y además:
- El no seguir las instrucciones de preparación puede dar lugar a cambios en la textura del producto, y pérdida de funcionalidad de la fórmula.
- Almacena el envase de la fórmula con seguridad: Una vez abierto, mantén el envase cerrado y almacenado en lugar fresco y seco. Utiliza la fórmula infantil dentro de un mes después de abrir el envase.
- En el caso de bebés vulnerables: Bebés recién nacidos (menores de 28 días), los nacidos prematuros, los nacidos con bajo peso, así como los inmunodeprimidos, se debe extremar la higiene en la preparación del biberón. Consulta aquí las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.