Se conoce como estimulación temprana a la serie de técnicas y procedimientos dirigidos a fomentar el desarrollo y crecimiento integral del bebé. Es importante mencionar que la estimulación temprana puede empezar aun cuando el bebé esté en el vientre, puesto que necesitan estímulos desde sus primeros meses de vida. Por esta razón, acostúmbrate a hablarle, acariciarle y expresarle tus emociones, ya que la carencia de estos estímulos puede afectar en la vida adulta de tu hijo. ¿Quieres estimular a tu bebé? Aquí te damos 5 pequeñas recomendaciones:
- Cuando le des de comer a tu bebé, trata de mirarlo a los ojos, acariciarlo, hablarle o inclusive cantarle. Debes considerar que la base para la estimulación de los bebés es mantener un entorno seguro, pacífico y tranquilo; puesto que este espacio es para generar una conexión entre el bebé y tú.
- ¡No hagas las cosas por él! Es cierto que el bebé requiere de tu asistencia en todo momento, pero es indispensable que aprenda por sí mismo. Fomentar la autonomía e independencia en el niño, son justamente algunos de los propósitos de la estimulación temprana. Es necesario pronunciar correctamente las cosas y llamarlas por su nombre. Por ejemplo: si tu hijo te señala algo que quiere, respóndele con el nombre de lo que está pidiendo y descríbelo.
- No olvides que la oportunidad para la estimulación y el aprendizaje de tu hijo, puede darse en cualquier sitio u ocasión. De igual forma, la estimulación temprana debería interpretarse como un momento de diversión para tu hijo. Otro elemento fundamental de la estimulación, es el poder brindarle a tu bebé experiencias que potencien su desarrollo.
- Deja que tu hijo explore y actúe de manera independiente, evitando forzar o controlar sus acciones. El propósito de la estimulación temprana es enriquecer futuros aprendizajes. No se trata de crear “niños perfectos”, ni tampoco de que reciba demasiados estímulos que lo confundan.
- Por otra parte, volviendo al punto 2: ¡no sobreprotejas a tu hijo! Una manera de hacerlo es si tan solo dejas que señale las cosas y tú no le hablas. De esta manera, se puede frenar el desarrollo óptimo del lenguaje, o puede ser que en un futuro tenga dificultades para hacer nuevos amigos.
No olvides que el futuro de tu bebé está en tus manos. Al ser tú su primer contacto con el mundo, serán tus palabras y acciones sus primeras herramientas para enfrentarlo y para enrumbar su vida.