La alimentación en los primeros años de vida es clave para el desarrollo físico y mental del bebé. A los 7 meses, los pequeños comienzan a probar nuevos alimentos además de la leche materna o fórmula. Por ello, es vital saber cuáles son los más adecuados para su edad y cómo introducirlos correctamente. A esta edad, los bebés están listos para empezar con alimentos semisólidos en forma de purés y papillas, siempre bajo la supervisión de su pediatra.
La importancia de la alimentación adecuada de un bebé de 7 meses
A los 7 meses, la alimentación del bebé empieza a jugar un papel vital en su desarrollo global. Esta etapa es porque los bebés comienzan a explorar nuevos sabores y texturas, lo que no solo influye en su crecimiento físico, sino también en su desarrollo cognitivo y habilidades motoras. Por lo tanto, proporcionar una dieta variada y equilibrada garantiza que el bebé reciba todos los nutrientes necesarios para un desarrollo saludable y robusto.
Beneficios para el desarrollo físico y cognitivo
Una dieta equilibrada y variada contribuye significativamente al crecimiento saludable del bebé. Para empezar, proveer los nutrientes adecuados fortalece sus huesos, músculos y sistema inmunitario.
Además, la correcta alimentación en esta etapa es fundamental para el desarrollo cerebral, e influye directamente en las habilidades cognitivas y motoras del bebé. Un aporte adecuado de vitaminas y minerales durante los primeros meses de vida promueve un cerebro más activo y una mejor coordinación motora, sentando las bases para un aprendizaje y desarrollo óptimos en el futuro.
Prevención de alergias y problemas digestivos
Introducir los alimentos de manera gradual permite identificar y prevenir alergias alimentarias en los bebés. La recomendación es introducir un nuevo alimento cada 3-5 días. De este modo, podrás observar cualquier reacción alérgica, como erupciones cutáneas, hinchazón o problemas digestivos.
Este enfoque no solo ayuda a prevenir posibles alergias, sino que también facilita la adaptación del sistema digestivo del bebé a los nuevos alimentos.
Alimentos que puede comer un bebé de 7 meses
A los 7 meses, el bebé está listo para comenzar a experimentar con una variedad de alimentos semisólidos. Pero no cualquier alimento, sino solo aquello que sean seguros, fáciles de digerir y nutritivos, para asegurar un crecimiento y desarrollo saludables.
Frutas y verduras recomendadas
Frutas como el plátano, la pera y la manzana son ideales por su suavidad y facilidad de digestión. Estas frutas pueden ser ofrecidas en trocitos, puré o trituradas finamente. El plátano es una excelente fuente de potasio, mientras que la manzana y la pera son ricas en fibra y vitaminas. Entre las verduras recomendadas para esta etapa se encuentran la zanahoria, la calabaza, el calabacín y la patata. Todas estas verduras deben estar bien cocidas y trituradas en forma de puré para facilitar la digestión del bebé. La zanahoria y la calabaza son ricas en betacaroteno y vitamina A, esenciales para la visión y el sistema inmunitario. El calabacín y la patata proporcionan una buena cantidad de fibra y carbohidratos complejos que ayudan a mantener los niveles de energía del bebé.
Cereales y proteínas adecuadas
Los cereales sin gluten, como el arroz y el maíz, son apropiados para esta etapa. Además, actualmente, se recomienda introducir el gluten en la dieta del bebé alrededor de los 6 meses de edad, por ejemplo, en forma de trigo o avena. Esta introducción debe hacerse de manera gradual y mientras el bebé sigue recibiendo lactancia materna, si es posible. Se pueden ofrecer papillas de cereales con y sin gluten mezcladas con leche materna o fórmula, proporcionando una textura suave y fácil de tragar.
En cuanto a las proteínas, el pollo, el pavo y el pescado blanco bien cocidos y desmenuzados son opciones seguras y nutritivas. Estas proteínas deben ser introducidas de manera gradual y en pequeñas cantidades para asegurar que el bebé las tolere bien. El pollo y el pavo son buenas fuentes de proteínas magras y hierro, mientras que el pescado blanco aporta ácidos grasos omega-3, importantes para el desarrollo cerebral.
Para los cereales, opciones como Blevit BIBE 8 cereales son muy recomendadas, ya que están formuladas específicamente para cubrir las necesidades nutricionales de los bebés en esta etapa, y proporcionan una mezcla equilibrada de nutrientes esenciales.
Consejos para introducir nuevos alimentos
Introducir nuevos alimentos en la dieta de un bebé es un proceso clave para su desarrollo. Veamos algunos consejos prácticos para facilitar esta transición de manera segura y efectiva.
Cómo detectar posibles alergias
Como ya hemos comentado, es fundamental introducir un nuevo alimento cada vez y esperar entre 3 a 5 días antes de ofrecer otro nuevo. Este periodo de espera permite observar cualquier reacción alérgica, como erupciones cutáneas, hinchazón, problemas digestivos o cambios en el comportamiento del bebé.
Si notas alguna reacción adversa, es importante dejar de ofrecer el nuevo alimento y consultar al pediatra. Llevar un registro de los alimentos introducidos y las posibles reacciones también puede ser útil para identificar patrones y evitar alérgenos conocidos.
Crear un ambiente positivo durante las comidas
Crear un ambiente relajado y sin distracciones durante las comidas ayuda a que el bebé asocie la alimentación con una experiencia positiva. Sentar al bebé en una trona a la altura de la mesa familiar fomenta la interacción y permite que el bebé observe y aprenda de los hábitos alimenticios de los adultos.
Mantener una actitud calmada y paciente, ofreciendo elogios y sonrisas, puede ayudar a que el bebé se sienta seguro y disfrute del proceso de comer. Es importante evitar la presión o la insistencia excesiva, permitiendo que el bebé explore los alimentos a su propio ritmo y desarrollando así una relación saludable con la comida.
Ejemplos de menús diarios para un bebé de 7 meses
Desayuno, almuerzo y cena
Desayuno: Puré de frutas variadas (manzana, pera, plátano). Este desayuno es una excelente fuente de vitaminas y fibras que ayudan a la digestión del bebé y proporcionan energía para empezar el día.
Almuerzo: Puré de verduras (calabaza, zanahoria, patata) con pollo desmenuzado. Las verduras proporcionan vitaminas y minerales esenciales, mientras que el pollo aporta proteínas necesarias para el crecimiento y desarrollo muscular.
Cena: Puré de calabacín con arroz. El calabacín es rico en fibra y agua, ayudando a mantener una buena digestión, y el arroz es una fuente de carbohidratos que proporciona energía.
Recetas sencillas y nutritivas
Puré de frutas mixtas:
- Ingredientes: 1 manzana, 1 pera y 1/2 plátano.
- Preparación: Cocer al vapor la manzana y la pera hasta que estén suaves. Triturar junto con el plátano hasta obtener una mezcla homogénea y suave.
Puré de verduras con pollo:
- Ingredientes: 1 zanahoria, 1 patata y 50 gramos de pechuga de pollo.
- Preparación: Cocer al vapor la zanahoria, la patata y la pechuga de pollo hasta que estén bien cocidos. Triturar todo junto añadiendo un poco de agua de la cocción para obtener la consistencia deseada.
- Sugerencia: En el puré de verduras con pollo, puedes usar productos como Blevit BIBE Sin gluten para asegurar una dieta equilibrada y adecuada para bebés con sensibilidad al gluten.
Comer en familia: consejos prácticos
A medida que los bebés crecen, es beneficioso incluirlos en las rutinas alimentarias familiares. Compartir las comidas no solo crea un ambiente social positivo, sino que también fomenta buenos hábitos alimenticios desde una edad temprana. Involucrar al bebé en las comidas familiares y adaptar los platos para que sean seguros y adecuados para ellos son pasos importantes para integrar al bebé en la dinámica familiar de la comida.
Involucrar al bebé en las comidas familiares
Involucrar al bebé en las comidas familiares sentándolo a la mesa con el resto de la familia fomenta buenos hábitos alimenticios. Esto le permite observar y aprender de los comportamientos alimentarios de los adultos y hermanos.
Dejar que el bebé explore los alimentos con sus manos y sentidos también es beneficioso para su desarrollo, ayudando a mejorar su coordinación y familiaridad con diferentes texturas y sabores.
Adaptar las comidas de la familia al bebé
Es posible adaptar los platos familiares para que sean seguros y adecuados para el bebé. Por ejemplo, si la familia está comiendo pollo con verduras, se puede apartar una porción sin sal ni condimentos fuertes, y triturarla para el bebé. Esta práctica no solo facilita la planificación de comidas, sino que también ayuda al bebé a acostumbrarse a los sabores de la comida familiar.
Si estás adaptando las comidas familiares, fórmulas como Blemil 2 Optimum Evolution pueden ayudar a prevenir molestias digestivas. Además, productos como Blevit Noches felices pueden contribuir a mejorar el sueño del bebé.