Los primeros días del recién nacido pueden ser complicados y cansados para los papás novatos, que se verán algo perdidos ante los cuidados básicos del bebé y ante la forma de actuar frente a las diferentes situaciones.
Con la llegada del bebé surgen las dudas y las incertidumbres por parte de los papás, especialmente los primerizos, pero se debe mantener la tranquilidad, ya que con consejos y precauciones la adaptación será mucho más sencilla y harás frente a los miedos de los primeros días con el bebé en casa. Además, ante cualquier duda puedes recurrir a la ayuda de tu pediatra, que dará respuesta a tus dudas y valorará cada situación para aconsejarte en todo momento.
Consejos esenciales para los cuidados del bebé
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La alimentación es el punto central para el recién nacido, así que será el elemento central con la llegada del bebé a casa. La madre tendrá los conocimientos básicos adquiridos en el hospital o será una experta si no es mamá primeriza. Sea como sea, la leche materna será la alimentación ideal, por estar cargada de los nutrientes que necesitará tu bebé en los primeros meses de vida. Y también la opción más fácil y cómoda a la hora de alimentarle.
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Para darle el pecho con la mayor comodidad, la madre deberá estar sentada y sujetará al bebé por la espalda para que vea con los dos ojitos el pecho de la mamá, para que pueda estrujar el pezón y succionar la leche. La naricita quedará contra el pecho pero podrá respirar con normalidad.
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La frecuencia de las tomas irá bajo demanda del bebé, pero acostumbrará a ser cada hora y media o cada 3 horas como máximo. Al terminar una toma, coloca a tu bebé en el hombro y ayúdale a que expulse los gases.
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El peso del bebé disminuirá uno¡ 10% los primeros días, ya que todavía no está desarrollada la lactancia materna pero, en las siguientes semanas el peso lo recuperará. Los bebés acostumbran a engordar unos 150 gramos por semana.
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Las primeras deposiciones llegarán después de las tomas y se presentarán con tonos amarillentos y grumos, con consistencia. El pipí será clarito y el pañal debe pesar.
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Al acostar al bebé deberás colocarlo boca arriba o de lado, nunca boca abajo. Es importante inclinar la cabecera del colchón con una almohadita (una inclinación de 20º), para evitar atragantamientos por posibles regurgitaciones. La almohada deberá colocarse debajo del colchón, para evitar accidentes.
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Limpia y cura su ombligo unas 3-4 veces al día, humedeciendo una gasa con alcohol y limpiando con cuidado toda la zona. Deberás secar bien la zona con otra gasa para evitar la humedad. No lo cubras para que se seque más rápido. Intenta que el pañal no lo tape y, si hace falta, dóblalo un poquito hacia abajo. El ombligo únicamente podrá mojarse en el momento del baño y, a los 5-15 días, finalmente se caerá.
Higiene y cuidados del bebé
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Deberás aseas al bebé todos los días, con la ayuda de una esponja y por partes o bien darle un bañito. El agua debe estar templada, entre los 36 ºC y 38ºC y deberás utilizar un jabón especial para recién nacidos. La temperatura del cuarto debe rondar los 22 ºC y evitar que el bebé se enfríe. Se convertirá en el momento más relajante para tu pequeño y para ti.
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Las uñas también necesitan cuidados en los recién nacidos. Deben estar cortitas y limpias para que no se arañe y no cojan gérmenes, ya que se las llevará a la boquita con mucha frecuencia. Córtaselas con una tijera especial para bebés después del baño, así estarán más blanditas.
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Acostúmbralo a dormir en la cunita desde bien pequeño, aunque sea en vuestra misma habitación (los primeros meses). Las siestas de día no las hagas sin luz ni ruidos, porque así no aprenderá a diferenciar los ciclos del día. Los primeros días serán agotadores, así que deberás intentar dormir siempre que lo hagan ellos.