Dejar el pañal es todo un proceso en el cual los niños deberán mostrar su madurez y aprender a aguantarse las ganas de orinar. Tenemos que guiar y ayudar a nuestros hijos hasta que ellos se muestren independientes en este aspecto.
El desarrollo de los niños no siempre se produce en una edad exacta, algunos comienzan antes y otros tardan más, pero se puede hablar de una edad aproximada entre los 18 y 36 meses para dejar el pañal. Los padres orientarán al niño y decidirán cuando consideran que su pequeño está preparado. Hay varias señales que demuestran una madurez tanto física como neurológica que ayudarán a saber si el niño está listo o no:
- El niño camina solo, es imprescindible para que pueda ir al baño sin ayuda.
- Muestra signos de querer quitarse el pañal cuando está mojado porque se siente molesto
- Avisa a sus padres cuando tiene ganas de hacer pis dando saltos.
- Se agarra el pañal y cruza las piernas, se encoge… etc…
- Siente curiosidad al ver a sus padres en el servicio, e intenta imitarlos.
- Aguanta con el pañal limpio entre dos y cuatro horas. Muestra una regularidad a la hora de hacer sus necesidades.
- Se baja y se sube los pantalones él solito.
- Alerta de cuando se ha hecho sus necesidades en el pañal.
- Obedece a los padres, respeta los turnos cuando juega con amigos, y es capaz de pasar ratos jugando solo.
¿Cómo comenzar?
Es muy importante tener en cuenta que se trata de un proceso que no debe realizarse bajo presión. Ni hay que enfadarse, ni reírse si no le da tiempo a llegar al váter o al bacinilla. Y siempre es necesario comenzar en el momento adecuado, sin precipitarse.
En primer lugar, se comienza con el control de esfínteres diurno. Una vez aprendido, se puede pasar a la noche. Pero antes de empezar el niño pasa por cuatro etapas: primero nos avisará de que se ha hecho sus necesidades en el pañal y lo felicitaremos por haberlo dicho; después avisará cuando lo esté haciendo, le felicitaremos también y no nos enfadaremos nunca. Luego lo dirá justo antes de hacerlo, debemos entonces preguntarle si quiere ir al bacinilla o al baño y le ayudamos en lo que necesite; la última etapa es cuando por la mañana se despierta y se levanta sin haber manchado el pañal de pis durante varios días seguidos.
Para ayudar al niño en este proceso tenemos que ponerle ropa fácil de subir y bajar. Dar pautas muy claras y concisas, y dejar la bacinilla en sitios donde él pueda acceder fácilmente. Hacerlo en épocas tranquilas, intentar que no sea justo antes de la llegada de un hermanito a casa, o durante una mudanza y siempre hay que felicitarle por cada paso que logre.
Durante el día es útil y ayudará al niño, si le ponemos cada dos o tres horas en la bacinilla, intentando que no manche el pañal. Le felicitaremos cada vez que haga algo y cuando lo use cada 2 horas iremos disminuyendo la frecuencia.
Una vez que ya pida ir al baño o vaya él solito y no se haga sus necesidades encima, significará que ya tiene control sobre sus esfínteres durante el periodo diurno. El control nocturno puede ser más difícil porque puede que no se despierte y no se dé cuenta de que necesita ir al baño. Para comenzar con esta etapa deberá al menos levantarse con el pañal limpio durante 3 semanas y además controle perfectamente el periodo diurno.
Algunos consejos para que no se le escape el pis durante las noches:
- Contarle y explicarle el paso que va a dar al dormir sin pañal.
- Podemos hacerlo de modo gradual si le ponemos una braga/calzoncillo-pañal de aprendizaje, así al menos si se le escapa no se mojará toda la cama.
- Evitar que antes de dormir tome mucho líquido.
- Antes justo de ir a la cama debe ir al baño primero.
- No hay que regañarle si le está costando un poco controlarlo, pero sí que hay que felicitarle cada vez que lo haga bien. No se le debe presionar, y deberemos tener mucha paciencia hasta que esté preparado del todo. Si no lo consigue, quizá es porque nos hemos anticipado y no era su momento.